martes, 15 de enero de 2013

Algunas actividades de la unidad


5. Escuchamos música de Vivaldi.

Recordamos que en esa época se escuchaba esta clase de música.

Conocemos a Vivaldi y escuchamos una de sus obras más conocidas: Las cuatro estaciones. Antes de escuchar la composición recordaremos cuáles son las cuatro estaciones. Mientras la escuchamos, los niños se moverán libremente por el aula siguiendo algunas indicaciones para representar las estaciones.

Duración: 20 minutos.

Algunas actividades de la unidad


3. Juego ¿Quién es quién?

Con la imagen del cuadro presente, los niños van escuchando las pistas del profesor para adivinar en qué personaje está pensando.

Duración: 5-10 minutos.

 

-        Te estoy mirando fijamente

-        Tengo el pelo largo

-        Estoy en segundo plano

-        Me encuentro a la izquierda del cuadro

-        Tengo un pincel en la mano

 

¿Quién es?  –VELÁZQUEZ

 

 

-        Llevo un vestido muy largo y bonito

-        Mi pelo es corto, moreno y rizado

-        Estoy mirando a otra persona del cuadro

-        Estoy inclinada y hago una reverencia

-        Le ofrezco una jarrita de agua a la Infanta

 

¿Quién es? – LA MENINA MARÍA AGUSTINA SARMIENTO

 

 

 

-        Estoy muy relajado

-        Estoy en primer plano

-        Estoy a la derecha del cuadro

-        Un niño me está molestando

-        Soy la mascota de la familia real

 

¿Quién es? – EL PERRO SALOMÓN

Algunas de las actividades.


1. Cuento de Las Meninas

Contamos el cuento mientras tenemos delante la imagen del cuadro, en gran tamaño, para conocer a sus personajes.

Duración: 15-20 minutos.

Hace muchos, muchos años, como trescientos años, existía un pintor muy importante llamado Velázquez. Diego de Silva y Velázquez. Vivía en Madrid, pero no en una casa cualquiera, sino en un palacio. ¿Sabéis por qué? Porque era el pintor del rey y de la reina, los que mandaban en toda España.

Los reyes se llamaban Felipe IV y Mariana, tenían una hija de cinco años ¡Como vosotros! Que se llamaba Margarita. Margarita era guapa, tenía el pelo largo, abundante y rubio. Llevaba un traje muy raro, largo hasta los pies, duro y ancho como una lámpara.

Los reyes querían tener un cuadro donde aparecieran ellos mismos, un retrato. Como entonces no existían las cámaras de fotos, decidieron que fuera Velázquez el que les hiciera el cuadro.

-“A sus órdenes Majestad. Ahora mismo me voy a mi taller a hacer vuestros retratos”- dijo Velázquez.

Y contento salió del salón del trono y se fue a su taller, que era la sala de los cuadros. Era una enorme habitación llena de cuadros por todas sus paredes. Cogió un gran lienzo que lo apoyó en un caballete, sus pinceles y su paleta y se dispuso a pintar:

-“Qué silencio, que bien se trabaja así”

Al fondo del taller había una puerta que estaba cerrada, pero alguien la abrió y empezaron a entrar muchas personas y a hacer mucho ruido.

-“Vaya, se acabó la paz y la tranquilidad”- pensó Velázquez.


Era la infanta Margarita que quería ver pintar a Velázquez. Le encantaba ver como echaba las pinturas en la paleta, como pringaba el pincel y como llenaba de pintura el lienzo.

-“Oh, estás dibujando las caras de mi papá y de mi mamá”- dijo Margarita.

Con ella venían dos meninas, Agustina e Isabel, que todo el día estaban pendientes de ella.

_”Tengo sed, dame agua”- dijo la infanta.

Rápidamente Agustina cogió del búcaro, lo llenó de agua, se arrodilló y se lo dio.

-“Así no se piden las cosas”- dijo una voz a su espalda. Era la guardadamas Marcela que todo el día vigilaba a Margarita.

-“Hay que decir, por favor, ¿me traes agua?”.

-“Tienes que aprender a comportarte como una gran princesa”- dijo Diego, el otro guardadamas de Margarita.

Pero Margarita no escuchaba ni a Marcela ni a Diego porque en ese momento miraba de reojo a alguien que entraba por la otra puerta del taller. Eran sus papás, los reyes, que también venían a ver cómo iba el retrato que estaba haciendo Velázquez. La menina Isabel vio a los reyes y como era muy educada hizo una reverencia.

-“guau, guau,…”

-“Pero ¿esto qué es? ¡Lo que me faltaba! También ha entrado un perro. Yo no puedo trabajar con tanto alboroto”- pensó Velázquez.

Era el perro preferido de Margarita; un mastín grande y manso que siempre estaba vigilando a su ama y, como estaba cansado y no veía ningún peligro para su ama, decidió tumbarse, no hacer más ruido y de paso intentar dormir un poco.

Eso era difícil porque Nicolasito Pertusato no paraba de darle patadas ni de molestarle. Nicolasito era un chico muy pequeño, de piernas finas y de larga melena que todo el día estaba haciendo travesuras ¿Sabéis por qué? Porque quería hacer reír a la princesa, para que no se aburriera y estuviera contenta todo el día. Nicolasito tenía una amiga llamada Maribárbola era enana, y aunque tenía muchos años no había crecido. Ella se dio cuenta de que acababan de entrar los reyes con lo que decidió estarse quieta y portarse bien para que no se enfadaran, pero Nicolasito no se estaba quieto.



Pero… ahora ¿Quién entra por la puerta? Era José, el aposentador del palacio. Su trabajo era estar pendiente de que las habitaciones y salones del palacio estuvieran ordenados, y de llevar las llaves de todas las puertas del palacio, se quedó en la puerta sorprendido de ver a los reyes en el taller de Velázquez.

Objetivos, contenidos y evaluación.


Objetivos, contenidos y evaluación.


Tomando como marco legislativo el DECRETO 122/2007, de 27 de diciembre, por el que se establece el currículo del segundo ciclo de la Educación Infantil en la Comunidad de Castilla y León.

4. APLICACIÓN AL AULA


4. APLICACIÓN AL AULA

UNIDAD DIDÁCTICA “LAS MENINAS”
 
1.- INTRODUCCIÓN
La unidad didáctica presentada ayudará a los niños de Educación Infantil (5-6 años) a conocer la obra de arte de Velázquez: “La familia de Felipe IV”.
Realizaremos distintas explicaciones, actividades y juegos que asociaremos con los distintos conocimientos adquiridos, potenciándolos mediante la motivación, la interacción, y creando un entorno lúdico y manipulativo.
 
2.- JUSTIFICACIÓN
La unidad intenta introducir a los niños en el conocimiento inicial de un personaje esencial en la Historia del arte. La obra de Velázquez resulta muy adecuada por su fuerte carácter narrativo que permite a los niños entender la pintura como un arte de narrar historias, a demás de un medio para expresar belleza. Igualmente interesante es invitar al alumnado a realizar su propia y personal interpretación de una obra clásica como son las Meninas con el objetivo de poner a los chicos en el lugar del artista, en su faceta creativa y en el papel de renovación  a partir de algo ya existente.

lunes, 14 de enero de 2013

3. Guía didáctica para moverse en el museo en torno a las Meninnas de Velázquez.


Alrededor del cuadro de “Las Meninas” de Velázquez podemos ver, en el museo del Prado, muchas otras obras de arte de pintores muy famosos.
Vamos a conocerlas de forma divertida, entendiendo qué es lo que representan, quiénes son los personajes que aparecen, quién es el autor… y vamos a descubrir  muchos de los secretos y misterios que ocultan.
Cada cuadro será como un cuento que vamos a ir contando, como si estubieramos en el museo.
¿Te atreves?
La sagrada familia del pajarito


Qué pintura más agradable, ¿verdad? Su autor es Murillo, un pintor español muy religioso que vivió en el siglo XVII.
Obsérvala atentamente, ¿qué ves?, ¿cuántos personajes hay? Y ¿qué están haciendo?
Es una escena muy sencilla, en el centro hay un niño precioso jugando con un pajarito, a nuestra izquierda una señora hilando que le mira con cariño y a nuestra derecha un señor, que al fondo ha dejado su mesa de trabajo para jugar con el niño.
¿Sabrías quiénes son? ¿Podría ser una familia? Está claro, ¿verdad? Ella es la madre, el señor es el padre y el niño es el hijo, al que vigilan porque es muy pequeño.
Pero… ¿qué tendrá de especial esta familia para que la pinte Murillo? Se trata de la familia de Jesús, por lo que él es el niño, María es la madre y San José es el padre, ¿te habías dado cuenta?
Lo que ocurre es que el pintor la representa de un modo muy sencillo, como si fuera una familia normal de su época, ¿Sabéis por qué? Porque de este modo las personas que miraban esta pintura creía que estos personajes sagrados se parecían a ellos y los sentían más cercanos.

La familia de Carlos IV

¡Qué cuadro más grande! Y cuánta gente, ¿verdad? Deben ser todos muy importantes, ¿sabes quién los conoce muy bien? El niño pequeño que aparece retratado, el Infante Francisco de Paula.
Aparece con toda su familia en este retrato que hizo el gran Francisco de Goya en 1800.
Goya es uno de los pintores más importantes de toda la historia, ¿Sabes cuántos años vivió? ¡Más de 80! Así que le dio tiempo a pintar muchísimo.
Al Rey Carlos IV, el padre del Infante, le gustaba tanto que le nombró su pintor y le encargó este retrato.
En el centro aparecen el Rey y la Reina, la infanta María Luisa, que son los padres de Francisco de Paula; su madre le está dando la mano y es la gran protagonista. El chico vestido de azul que está a la izquierda es su hermano, el Príncipe de Asturias, que más tarde será el Rey Fernando VII. La chica que está a su lado ocupa el lugar de su prometida, y no le vemos la cara porque en ese momento todavía o la conocían. El resto son otros miembros de la familia Real.
Al fondo, a nuestra izquierda, aparece otro personaje, Francisco de Goya, que decidió retratarse a él mismo pitando un gran lienzo.
Esto ya lo había hecho mucho antes el gran maestro Velázquez en Las Meninas, y lo aprendió de él.


El jardín de las Delicias


Sin duda alguna, esta es una de las pinturas más enigmáticas que resulta muy divertida por todo el colorido y la cantidad de personajes que tiene.
Fue pintada por el Bosco a principios del siglo XVI. Se trata de un tríptico, porque está compuesta por tres tablas diferentes. Para entenderla mejor vamos a seguir una serie de pistas, ¿vale? Empezamos:

¿Imaginas cómo sería esta obra cerrada?


¡Qué contraste de color! Están pintadas en tonos grises y en ellas el Bosco realizó un enorme globo que representa a la tierra cuando tan solo tenía vegetación, es decir, en el tercer día de su creación.

Ahora mira la tabla izquierda, ¿Qué crees que se representa?

Se titula “El paraíso”, y en ella aparece Dios padre vestido de blanco cogiendo de la mano a Eva para presentársela a Adán. Junto a ellos está el árbol de la vida, que es un Drago, y un poco más arriba a la derecha el árbol del bien y el mal, con la serpiente enrollada.

Mira ahora la tabla central


Se llama “El jardín de las delicias”, y es la que da el título a toda la obra. Está llena de personas de diferentes razas y de animales y frutas gigantes ¡parece un mundo al revés! Fíjate muy bien en las personas, ¿Qué hacen? ¿Alguna de ellas está trabajando, o cuidando a sus hijos? No, ¿verdad? Todas se encuentran en una gran fiesta y no se dan cuenta que así no pueden estar toda la vida, pues la felicidad dura muy poco y tienen otras obligaciones. Pues eso es lo que el Bosco quiere condenar: el pecado.


Por último observa la tabla derecha

¿En qué se diferencia de las otras dos? Está claro, lo que más destaca son los colores oscuros frente al gran colorido de las pinturas anteriores, ¿por qué será? ¿qué se representa? Fíjate bien, está llena de contrastes: mientras que en la parte superior hay un incendio, en el centro vemos a unos esquiadores. Todo está inmerso en un mundo lleno de monstruos que devoran a hombres o instrumentos musicales que los torturan. Tan solo hay un personaje que nos mira fijamente, está en el centro, es un hombre árbol blanco. Adivina quién es.
Se trata del demonio, y como habrás descubierto ya en esta tabla se representa el infierno.
¿Qué te ha parecido este tríptico? Es un poco fantástico, ¿no?

¿Sabes a qué pintores del siglo XX les gustó mucho?
Los pintores surrealistas se quedaron encantados con esta obra del Bosco, y algunos de ellos, como Dalí, imitaron algunas figuras.

Idilio. Mariano Fortuny i Marsall.


La música inundaba todos los rincones, pero el niño de las flautas solo escuchaba su propia melodía…
¿Qué hacía ahí tan solo? ¿No se aburre?
El niño, sentado sobre una columna, estaba desnudo y tenía el pelo alborotado, pero no estaba solo, ni parecía aburrirse.
Su música era su amiga y le acompañaba, además, a su lado, una oveja blanca y peluda mordisqueaba la hierba y movía la cabeza.
¿Podría ser un pastor?


Alegoría del oído. Jan Brueghel de Velours

La música de Idilio nos llevó hasta un inmenso salón, allí, en el centro, una mujer y un niño cantaba acompañados de varios animales, que escuchaban atentamente y bailaban con los sonidos de los instrumentos musicales y los pájaros más exóticos.
¡Prestad atención al tic tac de los relojes!


Niños en la playa. Joaquín Sorolla y Bastida.

Más adelante, tumbados a orillas del mar, tres niños se bañaban desnudos y jugaban.
¡Eso sí que parece divertido!

Baltasar Carlos a caballo y Baltasar Carlos cazador.


Velázquez, además de pintar  “La familia de Felipe IV”, realizó muchisimas más obras, entre ellas algunos cuadros del príncipe Baltasar Carlos.
En el primero de los que vemos, aparece montando a caballo, con unos 5 o 6 años. De la mano lleva una bengala y sobre la cabeza un sombrero negro.
El caballo tiene una larga cola y crines que agita el viento.
En el segundo, aparece vestido de cazador, sosteniendo una escopeta. Su perro estaba dormido junto a el y no dijo ni ¡guau!, y el galgo, que estaba escondido a la derecha, sonrió sin mover siquiera una oreja.

domingo, 13 de enero de 2013

2. Material para el profesor


MATERIAL PARA EL PROFESOR

Para introducir a los alumnos en el mundo de Las Meninas, los personajes y el cuadro, el profesor se apoyará en algunos cuentos infantiles apropiados para el tema:
- Colás y su amigo Velázquez
- La infantita quiere buñuelos
 
También, el profesor utilizará algunas marionetas para que los niños conozcan a los personajes de una manera más divertida.
 
Les explicará cómo hacerlas (recortando las siluetas de los personajes y pegando por la parte de atrás un palito con un poco de celo) y realizará explicaciones o actividades a través de ellas, captando así una mayor atención de los alumnos.
 

2. Material para el alumno


MATERIAL PARA EL ALUMNO
Actividad 1. Montar una careta. Le daremos al niño un folio con la cara de Velázquez para que la decore a su gusto. Después de pintarla tendrá que recortarla, y por último le pondremos una goma.


Actividad 2. El niño deberá de crear la escena del cuadro recortando los personajes y distribuyéndolos en el sitio adecuado.